miércoles, 20 de enero de 2010

El horror es un animal sediento


EL HORROR ES UN ANIMAL SEDIENTO

Sordo. Habituado a la desesperación. El animal se cuela entre las rendijas de la indiferencia y jamás mira directamente a los ojos. Sus ceremonias son exactas, sin fallas ni salidas. Es igual para el soldado, que para el niño. Para uno está vestido de espejos convexos, alterados, que muestran grandeza donde sólo hay miedos y dudas abismales; para el otro no usa vestidos, se muestra desnudo y sin pudores.

Es la diferencia entre el que sabrá tarde que no había nada que ganar, y el que, desde el principio sabe que todo está perdido, estos son los rostros del horror. Como en Trang Bang, donde siempre correrá una niña, entre gritos sordos, atravesando el campo en el que se cultivan nuestras peores pesadillas, el lugar donde damos de beber al animal sediento.

3 comentarios:

  1. lo leo y lo leo y me sigue pareciendo magnífico. que orgullo que lo hayas escrito en IMAGO MUNDI. debes seguir Fátima, contra viento y marea, eres una excelente escritora.
    un abrazo.

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  2. Gracias Mharía, el orgullo es para mi pertenecer al taller y poder seguir trabajando contigo y con mis compañeros, es un privilegio que siempre intentaré honrar con mi trabajo.
    Un abrazo

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